PEELING QUÍMICO
El peeling químico según el agente utilizado, se obtienen distintos beneficios como: el aumento del colágeno, mejora de arrugas, despigmentación de manchas, control de la grasa y bacterias en pieles acneicas.
El número de tratamientos de peeling quimico, así como su periodicidad, dependerá de la respuesta del paciente y del tipo de sustancias aplicadas.
Hay 3 tipos de peelings químicos según la profundidad de su efecto
Peeling superficial
Cierra los poros, atenúa las cicatrices originadas por el acné y las arrugas finas. Además, aporta uniformidad al tono de la piel y un aspecto más juvenil y saludable. Este tipo de peeling ayuda a controlar el acné, las foliculitis y las secreciones sebáceas y pone a la piel en mejores condiciones para recibir cualquier tipo de tratamiento dermatológico. Los peelings superficiales se realizan fundamentalmente con alfa-hidroxiácidos (ácido glicólico), ácido tricloroacético (10-15%), la solución de Jessner, la pasta de Unna y la nieve carbónica.
Peeling medio
Está indicado en el caso de envejecimiento solar o tóxico, ya que actúa sobre las arrugas finas y de profundidad media y para controlar las manchas producidas por el sol. También se emplea como paso previo o complemento de muchos tratamientos como la microdermoabrasión, lifting o rellenos. Para los peelings medios se emplean mascarillas de ácido tricloroacético al 11 y 16%, la solución de ácido tricloroacético del 35% al 50% o la solución del fenol al 88%.
Peeling profundo
Con resultados espectaculares, el peeling profundo consigue actuar sobre las arrugas superficiales, medias y profundas, eliminar manchas solares y queratosis. Asimismo, produce la retracción de la piel, lo que ayuda a mejorar notablemente los problemas de flaccidez. El más empleado es la solución de Baker-Gordon, a base de fenol.
La profundidad del peeling determinará la recuperación de la piel, que puede ir desde unas pocas horas hasta cinco días aproximadamente.
En Dermaláser Cantabria, realizamos una evaluación personalizada, dado que existen muchas variables a tener en cuenta a la hora de determinar el protocolo terapéutico a utilizar en cada paciente.