REJUVENECIMIENTO FACIAL CON NEUROMODULDORES
Las primeras señales de envejecimiento en las personas suelen corresponder a la aparición de arrugas en la frente, el entrecejo y alrededor de los ojos.
Para combatir estas señales de envejecimiento se puede realizar un tratamiento con neuromoduladores, los cuales relajan determinados músculos de la cara minimizando los surcos y arrugas de expresión y obteniendo una piel tersa y tonificada.
Los efectos de la inyección se observan al cabo de tres o cuatro días de la infiltración dependiendo del paciente y su duración media es de seis meses, aunque puede variar entre cuatro y ocho meses, por lo que deben realizarse tratamientos de recordatorio.
Las zonas a tratar con neuromoduladores son las arrugas verticales del entrecejo, las patas de gallo y las líneas horizontales de la frente, obteniendo una piel tersa y una mirada más abierta al producirse una discreta elevación de la cola de la ceja. Además, se produce una atenuación del calibre de los poros, disminuye la sudoración y atenúa las rojeces de la cara.
También se utiliza para tratar la hiperhidrosis o sudoración excesiva.
Este tratamiento con neuromoduladores pueden recibirlo tanto mujeres como hombres, salvo excepciones como mujeres embarazadas o con lactancia materna, pacientes con esclerosis múltiple o miastenia gravis y pacientes con problemas en la piel cerca del área de inyección.
Para realizar correctamente el tratamiento, los pacientes en los días previos no deben tomar medicamentos que alteren la coagulación de la sangre, ingerir alcohol ni realizar ejercicio físico intenso previo a la infiltración.
Efectos secundarios del tratamiento se pueden presentar hematomas o moretones en el punto de infiltración, dolor de cabeza y ptosis o párpados caídos. Estos efectos secundarios son pasajeros y desaparecen.
Los cuidados posteriores al tratamiento consisten en evitar la exposición solar, el ejercicio físico durante 24 horas, dormir semiincorporado y no aplicar presión en la zona de tratamiento (evitar utilizar casco de moto).
El efecto máximo se observa a las dos semanas de la infiltración y en ese momento realizamos una revisión al paciente para valorar si precisa ajustar el tratamiento.
En Dermaláser Cantabria, realizamos una evaluación personalizada, dado que existen muchas variables a tener en cuenta a la hora de determinar el protocolo terapéutico a utilizar en cada paciente.